MUNDO
DIÁLOGOS
CON LA FILOSOFÍA
3ª Sesión: El Mundo.
1.- El Mundo y los mundos
2.-El Mundo y las grandes preguntas
3.- ¿Merece la pena saber?
4.- El mundo que construimos (el conocimiento)
5.- Las grandes revoluciones científicas:
- La revolución copernicana (la Tierra no está en el centro del universo)
- La revolución darwiniana (el ser humano no es el centro de la creación)
- La revolución freudiana (la conciencia no es el centro de la vida psíquica)
- La revolución copernicana (la Tierra no está en el centro del universo)
- La revolución darwiniana (el ser humano no es el centro de la creación)
- La revolución freudiana (la conciencia no es el centro de la vida psíquica)
6.- El Mundo que nos ha construido
6.1
El mundo físico: el átomo y el universo
6.2
El planeta Tierra y la biosfera. La evolución biológica.
6.3
Las claves de la evolución cultural
7.- ¿Hemos avanzado algo en las respuestas?
TEXTOS
Ra, el dios sol, abrió sus dos ojos y proyectó luz
sobre Egipto, separó la noche del día. Los dioses salieron de su boca y la
humanidad de sus ojos. Todas las cosas nacieron de él, el niño que brilla en el
loto y cuyos rayos dan vida a todos los seres. Conjuro del Antiguo Egipto.
Siglo II a. C.
Llegará una época en la que una investigación
diligente y prolongada sacará a la luz cosas que hoy están ocultas. La vida de
una sola persona, aunque estuviera toda ella dedicada al cielo, sería
insuficiente para investigar una materia tan vasta…Por lo tanto este
conocimiento solo se podrá desarrollar a lo largo de sucesivas edades. Llegará
una época en la que nuestros descendientes se asombrarán de que ignoráramos
cosas que para ellos son tan claras…Muchos son los descubrimientos reservados
para las épocas futuras cuando se haya borrado el recuerdo de nosotros. Nuestro
universo sería una cosa muy limitada si no ofreciera a cada época algo que
investigar…La naturaleza no revela sus misterios de una vez para siempre. Séneca, “Cuestiones naturales”, siglo primero
Cuando alboreaba el s. XX…el mundo estaba a punto de
entrar en un siglo de la ciencia en el que muchos no entenderían nada y no
habría nadie que lo entendiese todo.
Bill Bryson “Una breve historia de casi todo”, año 2003.
ANEXO: La Filosofía y la Física. Los principales conceptos.
1.- Cosmos. Caos. Ley física. Teoría científica.
2.- Arjé. Monismo. Dualismo. Pluralismo. Átomo.
3.- Finalismo. Mecanicismo. Determinismo. Indeterminismo. El azar y la necesidad.
4.- Espacio y tiempo infinitos. Lo absoluto y lo relativo.
5.- Física. Metafísica. Ontología.
6.- Fijismo. Transformismo. Evolución. Diseño inteligente. El movimiento dialéctico.
RESUMEN
COMENTARIO DE TEXTOS
ANEXO: La Filosofía y la Física. Los principales conceptos.
1.- Cosmos. Caos. Ley física. Teoría científica.
2.- Arjé. Monismo. Dualismo. Pluralismo. Átomo.
3.- Finalismo. Mecanicismo. Determinismo. Indeterminismo. El azar y la necesidad.
4.- Espacio y tiempo infinitos. Lo absoluto y lo relativo.
5.- Física. Metafísica. Ontología.
6.- Fijismo. Transformismo. Evolución. Diseño inteligente. El movimiento dialéctico.
RESUMEN
EL MUNDO
Como todas las grandes palabras, los
grandes conceptos, “el mundo”, es una expresión con múltiples significados:
Está mi mundo íntimo, mis genes,
mi infancia y mi conciencia, mundo que a su vez está acompañado de la gente que
me rodea y comparte mi vida de una manera más directa (familia, pareja, amigos,
compañeros).
Está el planeta tierra, nuestro mundo,
nuestro hábitat natural e imprescindible: la biosfera.
Está finalmente EL Mundo , el
Cosmos, como totalidad de lo real y lo objetivo. También nos referimos a ello
como lo físico “Fisis”, Naturaleza o materia.
En todas sus acepciones el mundo está
relacionado con algunas de las grandes preguntas de la filosofía y de la vida
humana: ¿Quiénes somos? ¿de dónde venimos? ¿A dónde podemos ir?.
Indudablemente venimos del mundo, de ese
triple mundo que se inscribe el uno en el otro y que es, en parte, un misterio,
algo que no conozco plenamente y que posiblemente nunca pueda conocer del todo.
Así pues, podemos preguntarnos si tiene sentido la preocupación por el saber,
el ansia de conocimiento.
La respuesta es rotundamente positiva,
pues para el ser humano el saber es una necesidad y un destino:
Una necesidad, porque no sabemos; es
decir, porque nuestra dotación genética no nos resuelve los desafíos propios de
nuestra existencia, desde buscar nuestro alimento hasta procurar nuestra
felicidad.
Un destino porque nuestra curiosidad y
nuestro afán no tienen límites.
Un ejemplo de esto último lo tenemos en
la navegación primitiva: la exploración de un mar inmenso, desconocido y
amenazante, en tiempos tan remotos y con medios tan precarios. Pero nuestros
antepasados descubrieron la sonda (tecnología) y la democracia (política).
Hoy en día, el conocimiento teórico
(ciencia y tecnología) y el conocimiento práctico (ética y política) son más
necesarios que nunca y nuestra esperanza es que logren caminar juntos y se
pongan al mismo nivel.
Ya dijimos anteriormente que el diálogo
con la Naturaleza es nuestro conocimiento de la misma. Mediante éste nosotros
construimos el Mundo, le ponemos lo que nos falta (sentido, orientación…),
también mediante él transformamos la
realidad natural incluida la nuestra propia.
El conocimiento científico ha
experimentado notables cambios a lo largo de su historia. Podemos señalar tres
momentos notables:
- La revolución copernicana: la tierra no
es el centro del universo.
- La revolución darwiniana: el ser humano
no es el centro de la creación.
- Revolución freudiana: la conciencia no
es el centro de la vida psíquica.
Pero el ser humano no puede olvidar que,
a su vez ha sido y es construido por el mundo (que también puede destruirle).
En primer lugar, nuestro origen remoto
está en el Cosmos. Somos “polvo de estrellas” como señala Carl Sagan quien también añade que somos una realidad
equidistante de los átomos y las estrellas. Los elementos que nos constituyen,
estructuras bioquímicas (macromoléculas) elementos químicos básicos como el
carbono y finalmente los átomos, tienen su origen en el big bang, la explosión
inicial de un universo “con tamaño nulo e infinitamente caliente”. Con la gran
explosión comenzó el tiempo que como dijo Einstein es relativo al espacio y
comenzó también la gran expansión del universo que imprimió una gran velocidad
a todos sus objetos. En primer lugar hicieron su aparición núcleos de átomos
que dieron lugar a los átomos de los gases originarios (helio e hidrógeno),
después por un proceso de enfriamiento y condensación hicieron su aparición las
galaxias con sus estrellas y planetas innumerables. Así mismo es de preveer un
final de este proceso, una tremenda implosión o big crunch. Ambos “momentos” son descritos como
singularidades.
Así pues, parece que nuestro comienzo y
nuestro final siguen siendo un gran interrogante. Aquí el conocimiento humano
se encuentra con sus límites. ¡Somos
hijos del tiempo y del espacio!
Según
Stephen W. Hawking, si pretendemos saber algo más acerca del universo
tenemos que penetrar en el mundo del átomo. Como decían los antiguos griegos,
esto equivale a penetrar en el corazón de la materia, pero este esfuerzo no
parece menos desmesurado (al menos para mí) que penetrar en el pensamiento de
Dios. La materia no está constituida por una serie de figuras geométricas de
tamaño ínfimo pero duras y tangibles como pensaban los atomistas de la antigua
Grecia, en el interior del átomo en su estructura, encontramos elementos
intangibles que a veces se comportan como onda y otras como partícula, que
aparecen y desaparecen poniendo en cuestión no sólo nuestro concepto clásico de
materia sino también otros conceptos clásicos como tiempo, espacio, causa y la
veterana dicotomía entre cuerpo y espíritu. Sólo la energía parece sobrevivir a
esta crisis de conceptos, pero ¿de dónde viene la energía?
Desde el comienzo mismo del universo
conocido parecen darse unas condiciones muy específicas que hacen posible un
determinado desarrollo, una determinada evolución. Por ejemplo, si en la
situación inicial no hubiera habido una gran desproporción entre quarks y
antiquarks a favor de los primeros hubiéramos tenido un universo lleno de
radiación pero escaso de materia, es decir, no existiríamos. Así mismo, una
serie de circunstancias muy especiales hicieron posible la vida en el planeta
Tierra: la distancia del sol, la temperatura, la disposición interna de los
materiales, el polo magnético, la aparición de agua líquida y de una atmósfera…
Desde su origen molecular la vida comenzó
a transformar la corteza terrestre y la atmósfera dando lugar a la biosfera.
La biosfera es el sistema terráqueo que
está compuesto por diversos ecosistemas equilibrados entre si y que tienen su
propio equilibrio interno. Dicho de otra manera todo está conectado con todo.
Las alteraciones de dicho equilibrio por causas naturales, como el clima,
provocados por los propios seres vivos o por factores externos, son
fundamentales para explicar el surgimiento y la extinción de especies y formas
de vida.
Para comprender los mecanismos de la
evolución biológica a partir de unas moléculas orgánicas formadas en las condiciones de la tierra
primitiva hay que acudir a los siguientes términos: síntesis, complejidad,
replicación y diversidad. La selección natural es descrita como un proceso
oportunista dónde el azar y la necesidad se combinan dando lugar a una historia
natural sorprendentemente compleja, diversa y llena de belleza.
De todos es conocido que las alteraciones
producidas por la forma de vida humana en la biosfera a partir de los ciento
cincuenta últimos años son un elemento nuevo que están distorsionando factores
claves para el mantenimiento del equilibrio medio ambiental, como el clima, la
composición del aire, el agua y los nutrientes. Al estar nuestra especie en la
cumbre de la cadena trófica seremos no sólo los responsables sino también los
primeros en pagarlo.
Desde el origen del ser humano, que
trataremos en la siguiente sesión hasta nuestros días otro proceso evolutivo ha
tenido lugar: se trata de la evolución cultural que sucede a la evolución
cósmica y orgánica.
El ser humano se adapta al medio de una
manera peculiar y única: el aprendizaje, trasmitido de generación en generación
mediante un sistema exclusivo de comunicación (el lenguaje simbólico), junto
con una sociabilidad más compleja dan lugar a una notable pluralidad de formas
culturales que a su vez son estrategias de adaptación y transformación del
medio natural. Estas estrategias explican lo mejor y lo peor de nuestra
especie: el conocimiento científico, el arte, la guerra, la tecnología, la
religión, la filosofía , la violencia, el sentido del humor , la crueldad, el
fanatismo…).
¿Qué podemos decir al final de este apresurado
recorrido por esos mundos? Creo que ya podemos sacar algunas conclusiones que
seguiremos ampliando y discutiendo en las sesiones siguientes:
1.- Parece ser que el universo no es arbitrario, puesto que en él se observan leyes y regularidades claramente establecidas y suficientemente comprobadas.
1.- Parece ser que el universo no es arbitrario, puesto que en él se observan leyes y regularidades claramente establecidas y suficientemente comprobadas.
2- También parece demostrado que no es
absolutamente predecible (a pesar de estas leyes), teniendo en cuenta el
principio de incertidumbre establecido hace casi cien años por Heisemberg.
3- Así pues, como observamos en los
distintos procesos evolutivos, el azar, en forma de elementos aleatorios y la necesidad, en forma de leyes, predominan
por doquier.
Todo lo
que hemos visto hasta ahora no anula pero si replantea el clásico dilema entre
casualidad y causalidad, entre finalismo y mecanicismo, entre la ausencia y la
existencia de un sentido o un plan, entre la posibilidad de un final feliz o un
destino desgraciado.
Eso es lo que sucede, por ejemplo, con el debate actual acerca el principio antrópico y sus formulaciones fuerte y débil. El principio antrópico débil afirma únicamente que existimos porque el universo es como es (como nosotros estamos descubriendo que es), mientras que en su formulación fuerte este principio afirma que el universo es así justo para que nosotros podamos existir. En el primer caso tenemos una explicación de porqué somos posibles, en el segundo de porqué somos necesarios. En el primer caso no es necesario aludir a un plan y un planificador, en el segundo estamos hablando de un diseño inteligente y de un gran diseñador.
En todo caso subsiste el problema del sentido. El propio Stephen Hawking lo sintetiza en estas dos frases: "¿Qué es lo que insufla el fuego las ecuaciones y hace que describan el Universo?" "¿Porqué se molesta el Universo en existir?"
En todo caso subsiste el problema del sentido. El propio Stephen Hawking lo sintetiza en estas dos frases: "¿Qué es lo que insufla el fuego las ecuaciones y hace que describan el Universo?" "¿Porqué se molesta el Universo en existir?"
COMENTARIO DE TEXTOS
La sesión del día 19 se dedicó integramente al comentario de los textos propuestos. No estaba planificado así, fue una feliz consecuencia del entusiasmo y participación de los asistentes que sirve de ejemplo de lo que hemos considerado la esencia de la actividad filosófica: el diálogo.
No pretendo aquí resumir un debate de hora y media, pero creo que será útil destacar las conclusiones mas importantes, sobre todo para los que no pudieron asistir.
Del primer texto se destacó la visión creacionista, la divinización de fuerzas de la naturaleza (el Sol), la utilización de símbolos (el niño, el loto), el peso de la tradición (historia sagrada) y su conexión con otras historias sagradas (Biblia) y finalmente el papel de la imaginación.
Del texto de Séneca se destacó su sentido común, sensatez, coherencia (lógica), su capacidad de predicción y su verismo (veinte siglos más tarde todas sus afirmaciones se sostienen). También fué muy interesante una observación sobre la idea del tiempo que se refleja en el texto: un tiempo lineal y abierto frente al tiempo circular y cerrado más propio de los mitos.
El último texto, el más breve, dió lugar a una importante reflexión colectiva sobre el desarrollo científico técnico que ha tenido lugar a partir del s.XX, su importancia, sus aspectos positivos y negativos, sus contradicciones...El peligro no está en que la amplitud actual de los conocimientos científicos obligue a la especialización, el peligro es que crezca la incomunicación (y por lo tanto la ignorancia) entre ese saber científico y dominio tecnológico por un lado y las grandes masas de la población por otro, el verdadero peligro es la manipulación.
Naturalmente hubo muchas mas reflexiones interesantes que se extendieron por campos de la antropología, la psicología, la sociología, e incluso la geopolítica. Esperemos que tengan cabida en las siguientes sesiones.
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